viernes, 27 de marzo de 2009

Antoine Dionel

Hace unas semanas que vi la que es ya una de mis películas favoritas. Hace unos días pude verla por segunda vez y estoy impresionado por la sinceridad, belleza y fuerza con la que François Truffaut nos cuenta la primera parte de la historia de Antoine Dionel.


Jean-Pierre Léaud, interpretó a Antoine en cinco películas diferentes, aun no tengo el gusto de ver las otras cuatro, pero estoy pronto a hacerlo. El trabajo de Léaud en Les Quatre Cents Coups es una de las grandes actuaciones de la historia del cine, una actuacion que vine del corazón y de la necesidad absoluta del artista por expresarse. El que nace artista nace libre y los libres necesitan el mar.




viernes, 20 de marzo de 2009

Cartelera


Presumiré con mucho orgullo la lista de películas que veré hoy, entre tantas opciones fué dificil decidir, pero he aquí las elegidas.

Nashville de Robert Altman

Once de John Carney

y Clean de Oliver Assayas con Maggie Cheung

Si le dan clic a los links los direcciona a un video de youtube.
Buenas Tardes.

Año Uña

Hoy este blog cumple un año.

Ese día hoy me parece lejano, pasó con paso lento y gracias a éste blog puedo recordar perfectamente muchos de sus días. Este año me duele mucho, pero también me siento muy feliz por él. El muchacho que empezó a escribir este blog murió aquel día, el que escribe estas lineas agoniza de una tristeza muy profunda, una indecible, porque no sabe, y no quiere salir de su cama a ver el día.

Tengo un plan: Reinvención, voy a reinventarme, pero mañana, hoy voy quedarme acostado todo el día.

A los que me han leido gracías, pero muy pocas cosas de este blog son para ustedes. De hecho este blog es una tonteria, no hay nada de donde yo o ustedes podamos sacar algún provecho, deberia borrarlo. Pero en él estan los recuerdos de todo un año y espero que los de muchos años más.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Solo un nombre

El mar devora la playa siempre de una forma diferente. Yo soy como una ola que arroja sus espumas sobre la arena, que se revienta sobre las rocas, que se entrega en indecible pasión, para luego retoceder irremediablemente.

¿Quiénes somos? ¿Quién soy?

Más preguntas.

Solemos decir que somos yo. La palabra yo es magnífica. Sus dos letras nos dicen completamente. Soy yo, y yo es diferente al resto. Yo delimita de forma quirurgica lo que me pertenece y lo que no. Yo también le pertenece a todos, somos un mar de yos, olas que arrevatadamente se arrojan a la orilla para ser arrastradas al vientre del misterio sin que puedan hacer algo al respecto.

Somos también nuestro nombre. Ángel es el mio. En las cinco letras de mi nombre esta conjugado el misterio de mi existencia, mi existencia irremediable y pequeña, fotografia vieja de la vida de un hombre que vivió hace mucho tiempo. Mi vida es la repetición de una vida ya vivida, de una historia que ya fué escrita y cada una de mis acciones esta dictada de ante mano reglón por renglón, palabra por palabra.

Yo no puedo con mis manos inutiles tomar el corazón de aquellos que amo y apaciguarlo. Yo no puedo dar un abrazo que reconforte a mi amigo cansado. Yo no puedo con mis dedos secar las lágrimas de mi padre. Yo no puedo con mi voz alegrar el día de mi madre ni con mis palabras aconsejar a mi hermano. Yo no puedo hacer nada de eso por que tengo un cuepo. Solo puedo permanecer el la prisión de mi cuerpo, mi alma esta sellada y atada a él por un nombre. Un nombre que me da existencia, final. Un nombre que me dice y que a la vez no dice nada. Ángel, de Ángel no conocen nada, solo su nombre.

viernes, 6 de marzo de 2009

April Wheeler



Muerte, poza de fango bañada de espumas limpísimas.

Muerte, cada mañana vivida, temida.


Vida, agonía. Muerte, resignación, vigilia, olvido.


Antes de ti la vida, después nada,

un instante se antepone a tu castigo,

sueño infinito de minerales ciegos,

tela oscura tejida con el hilo de mil muertes.


Morirme por que he de morirme,

morirme por que no hay otro camino.


Vida, bañame en tus aguas trasnparentes,

escondeme entre tus rocas mar,

matame de dicha, sobreventila mi alma,

no quiero morirme de asfixia.