Me quiero poner triste, tiste de verdad. Quiero ahogarme en la almohada y no despertar en dos días, en cien.
No ver la luz del sol, que el cielo se nuble definitivamente. Que los pájaros se callen.
No puedo, no puedo más. Este cáliz es mas amargo de lo que creí. Esta vida no parece ir a ninguna parte, a ningún sitio.
Me quedo pensando todas las horas del día. Me asustan mis pensamientos, tormentas infantiles y huracanes moribundos. No quiero despertar, no quiero pensar, tampoco quiero soñar.
Me estoy muriendo, tengo urgencia de muerte, de no ser, de no amarte. Tengo urgencia de desaparecer y perderme entre recuerdos inventados. Olvidarte, olvidarme. Vivir en dulzuras anheladas y luego quitármelas. Quiero morirme a cada rato.
Pero antes quiero ponerme triste, lo mas triste que pueda, por que esta tristeza a medias me quita tiempo, me quita espacio, quiero que sea entera, que sea mía, toda, completa y que me mate y me saque de una vez de aquí.
miércoles, 30 de abril de 2008
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1 comentario:
Angelito:
Este texto ha sido una muy grata sorpresa! Todo el tiempo mientras lo leía estuve pensando: que no la cague, por favor que no la cague.
Y no lo hiciste! Al contrario, el final es estupendo! De veras me siento muy feliz, texto redondito, logradísimo.
Deberías traerlo al taller, hay un "tampoco" por ahí que me hizo ruido, y quizá si le mejoramos la puntuación queda listo.
Ahora trabajaremos nuestros poemarios para el José Emilio Pacheco, por qué no vienes al taller?
Un abrazo angelito, y sobre tu comentario, a mí Natalia me hizo llorar!
Te quiero angelito, apúntalo hoy en el libro de tu vida,
Besos chinos, es decir,
b
e
s
o
s
Peni
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