Sacado de un trozo de papel. Ayer.
Esto pasó cuando tenia seis años. La maestra nos pidió dibujar cualquier cosa que se nos ocurriera. Yo dibujé lo que acostumbraba: un barco de vela y debajo de él un mundo submarino.
Mi dibujo fue seleccionado entre cientos -todos los alumnos de la escuela habían hecho uno- para ser maximizado en un mural. Esto me sorprendió mucho, nunca creí que lo que dibujaba todos los días fuera especial.
Así suelo sentirme siempre, no creo que nada de lo que haga sea especial y cuando alguien lo encuentra así es como si los estuviera engañando.
1 comentario:
eres un talento que descubriron...
tal vez desperdiciado..
deberias ir a la primaria esa y tomarle unas fotos para ver si es verdad...
no que pones esa imagen...
(...)
espero el dibujo..
Publicar un comentario