sábado, 10 de mayo de 2008

Por si no me vuelven a Ver

Decidí que cada vez que me despida de alguien que quiero le daré un abrazo muy fuerte y le diré de alguna forma que le quiero, sin usar necesariamente esas palabras.

Tuve un sueño, una luz fluorescente entraba por mi ventana y se metía por mis ojos. Después, estaba acostado en una camilla, desnudo, con las manos y los pies atados a ella. Unos seres extraños estaban expectantes a mi alrededor mientras otros inspeccionaban mi cuerpo con la cara muy cerca de él. Los ojos de estos seres eran negros, opacos, sin brillo, sin embargo, podía ver mi reflejo en ellos; para mi sorpresa (por que el terror se apoderaba de mi cuerpo) mi cara era de una felicidad infantil, la sonrisa me arrugaba todo el rostro, esta imagen me aterro más que todo el espectáculo que ante mi se estaba llevando a cabo.

Los seres de enormes manos hicieron mil pruebas conmigo. Tomaron pedazos de piel que arrancaron con extraños artefactos y los colocaron en recipientes de forma cónica, como un cuerno. Me picaron los ojos y recogieron mis lágrimas con pequeños tubos cristalinos. Tomaron algunos cabellos arrancados con sus dedos de bola y me hicieron correr en un raro aparato por largo tiempo. Cuando desperté, una sensación extraña se apodero de mí, como si no fuera más yo, en seguida me levante corriendo al baño a vomitar.

Decidí entonces, que cada vez que me despida de alguien que quiero le daré un abrazo muy fuerte y le diré de alguna forma que le quiero, sin usar necesariamente esas palabras. Nunca sabes, cuando después de un sueño nunca seas más el mismo.

1 comentario:

Peniley Ramírez dijo...

angelito:

pues quiero contarte que, desde tu comentario, cambié el poema

ahora comienza así:

Musa verde abre las encías...

muchas gracias, fue una idea fabulosa!

un besoootes, ya mañana te veo, abrazooo

peni